El viernes 6 de julio, se inauguró en Alba de Tormes la exposición: “Vítor Teresa. Teresa de Jesús, doctora honoris causa de la Universidad de Salamanca” en el Convento de San Juan de la Cruz de los Padres Carmelitas Descalzos.
Organizada por la Orden del Carmelo con motivo del Año Jubilar Teresiano y del VIII Centenario de la Universidad de Salamanca, puede visitarse hasta diciembre en la iglesia, claustro y dependencias de la planta baja del convento patrocinada por la Diputación de Salamanca
El horario de visita será de martes a viernes de 10.30 a 13.30 y de 16.00 a 19.00 h.; sábados y domingos de 10.00 a 14.00 y de 16.00 a 19.00 horas y los festivos de 10.00 a 14.00 horas. Los lunes permanecerá cerrada.
Vítor Teresa, es “una gran exposición teresiana”, así lo dice prior del Convento, el P. Miguel Ángel OCD, “para conocer desde Alba de Tormes el legado de Santa Teresa de Jesús, en el primer convento dedicado en todo el mundo a San Juan de la Cruz”.
En este proyecto se cuenta con numerosos colaboradores, como la Casa de Alba y la Casa de Pastrana, coleccionistas privados, las diócesis de Ávila y Salamanca, y sobre todo, los conventos de Carmelitas Descalzas que representan cada una de las fundaciones teresianas y los conventos más vinculados a la Santa andariega
Como se dice en el propio tríptico de información de la exposición, “la muestra propone e invita; ofrece recursos y sostén en imágenes, obras pictóricas, documentos, libros y textos para un cruce de miradas y un encuentro personal con la sencilla y monumental figura de Santa Teresa de Jesús. Las variadas miradas sobre la Santa que se invita a realizar al visitante, llaman a descubrir inmensos tesoros interiores por medio de la antesala de la belleza exterior plasmada en sus diversas manifestaciones artísticas, siendo como una abundante mina con muchos senos de tesoros, que, por más que ahonden, nunca les hallan fin ni término. (San Juan de la Cruz C 37,4).
Se pretende con esta gran exposición que todo el que se acerque a la figura de nuestra Santa sienta su cercanía al modo de sus contemporáneos según el testimonio del insigne Maestro de la Universidad salmantina cuándo afirma “que nadie la conversó que no se perdiese por ella; y que, niña y doncella, seglar y monja, reformada y antes que se reformase, fue con cuantos la veían como la piedra imán con el hierro; que el aseo y buen parecer de su persona, y la discreción de su habla, y la suavidad templada con honestidad de su trato, la hermoseaban de manera que el profano y el santo, el distraído y el de reformadas costumbres, los de más y los de menos edad, sin salir ella en nada de lo que debía a sí misma, quedaban como presos y cautivos de ella” (Fray Luis de León).