«Luego que de la cuna y las mantillas
sacó Dios tu niñez, diste señales
que Dios para ser suya te guardaba….
… con curso más brioso,
desde la tierra al cielo, que es más alto»
(Miguel de Cervantes, A los éxtasis de nuestra madre Teresa)
Estas palabras dedicadas a Teresa de nuestro Cervantes, nos sirven hoy para mostrar nuestro crecimiento. Estamos saliendo de la cuna de comenzar a trabajar, de la niñez de nuestros primeros pasos siguiendo los de Teresa en su ruta haciendo camino. Y comenzamos a dar señales de intentar llegar a lo alto dando a conocer el gran camino, la estrecha ruta que desde la cuna de Ávila al sepulcro de Alba, lleva por los caminos «por donde Dios llevar a un alma sabe».
Esta página que acabamos de presentar nos abre al mundo. Está página que abrimos en este universo del mundo de la gran red que nos comunica con todos, que nos une con todo y en el que intentamos vivir sin mucho sobresalto, ese mundo y camino en el que «el amor amor nos hará apresurar los pasos; el temos nos hará ir mirando adónde ponemos los pies para no caer por camino adonde hay tanto en que tropezar, como caminamos todos los que vivimos; y con esto a buen seguro que no seamos engañados» (CP 40,1)
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